viernes, 15 de abril de 2016

Manos en el repasador


“Las manos en el repasador”, sector Ciudadela Nueva Esperanza - Guajaló ciudad de Quito, Ecuador, en el marco del 7º encuentro internacional de arte urbano Al Zurich - Tranvía 0, arteurbanosur.blogspot.com

Sobre el proyecto:
El repasador es la clave en este intercambio, esta prenda universal con la secamos ollas, platos, nuestras manos, nuestras lágrimas, las de nuestros hijos etc. (lágrimas que no simpre estan relacionadas con la tristeza..)
Objeto que por herencia (en mi caso el de mi abuela) doblez tras doblez lo transformamos en un colchoncito para poder con el tomar las azas de la ollas que en una suerte de danza transportamos alimentos hasta la mesa para ser servidos a nuestras familias.
Bien un sinfín de utilidades domesticas, pero no cabe duda de que todas ellas están bien relacionadas al amor de los miembros de una casa o familia. 
Ese mundo, esa intimidad domestica se inscribe día a día en la prenda.
Por esto es que a veces están viejos, deshilachados, quemados en sus puntas por descuidos caseros, muchas veces por estar haciendo más de una cosa a la vez con él en la mano, es así que a veces nos acompaña como si fuese una prolongación del propio cuerpo…
Bien este objeto es tan pero tan valioso que yo no sé bien si aquí funciona el consciente o el inconsciente, pero a decir verdad despojarse de él es un tema profundo. A veces hasta doloroso.

Este es el punto, el envejecimiento del repasador o limpión o trapo de cocina esta proporcionalmente relacionado a nuestra íntima vida cotidiana, la que transcurre en nuestras cocinas.

DIA 1 - Lunes 31 agosto - 5PM hora Ecuador
El encuentro / las cocinas / la propuesta / las miradas
Nos reunimos en la cocina de Yanet, una de las vecinas de la Nueva Esperanza, un barrio citado bien al sur de Quito, casi donde termina el sur, me acompaño Samuel y Washington del colectivo Tranvía 0, ellos me posibilitaron este primer acercamiento a los habitantes del barrio antes mencionado.
Debo confesar que estaba un poco ansiosa, pero la altura, el caminar cuesta arriba y la tranquilidad de los vecinos ayudaron a normalizar mi acelerado pulso.
Aquí en este primer encuentro fuimos pocas, digo pocas porque todas fuimos mujeres adultas y algunas niñas que oscilan en edad entre los 6 a 20 años.
La participación de niñas en un encuentro que básicamente parte de un intercambio de trapos de limpieza de cocinas con historias domesticas/personales fue muy conmovedor para mi.
Todas mencionamos a esta prenda por el nombre con la que la reconocemos, surgió así el repasador, trapo de limpieza, toalla, limpión, fregón.
Les conté sobre el proyecto y las invite a abordarlo desde sus lugares, aceptando sugerencias. Se creó el debate y quedamos en un primer encuentro al día siguiente.

DIA 2 - martes 1 septiembre - 5PM hora Ecuador
La acción / El intercambio / la emoción
En esta acción/construcción, colectiva sucedió el intercambio de las prendas, escribimos nuestros nombres y sorteamos las/os compañeros, yo lleve mi repasador y lo intercambie con Mercedes una de las mujeres de más edad en la comunidad, ya se habían sumado dos hombres, un niño de 9 años y un adulto.
Quedamos en vernos al día siguiente bien temprano porque la televisión iría a registrar el taller de construcción de historias.

DIA 3 - miércoles 2 septiembre - 6AM hora Ecuador
Los colores / la TV / la puesta en escena / las primeras puntadas
Surgieron los hilos, los bordados la pintura los bolígrafos, los colores y las anécdota caseras, las historias las imágenes, los recuerdos, estas escrituras quedaran en el repasador del otro, en nuestras cabezas y corazones.
Comenzó el verdadero intercambio.
Esto fue amablemente registrado por un canal zonal y las mujeres prepararon café, ya se han sumado tres hombres y algunas mujeres más desde el día 1.
Después de 7 días en los que nos reunimos entre las 3 y las 6 de la tarde siempre, construyendo historias sobre una gran mesa que colocábamos en la calle, intercambiando experiencias, logramos conocernos algo y por sobre todo descubrir al otro.
Llego el día en que dimos por terminadas estas historias, dando la posibilidad al comienzo de otras, Este proyecto de construcción colectiva se dejo ver colgando de cuerdas que uniendo dos barrios danzaron con el viento de las tardes Quitences.
Cada uno de estos trapos, limpiones, repasadores ahora portan dos historias, la primera esa que construimos con el uso diario a través de la mancha, la quemadura, el desgaste, esa que no la pensamos en letra y la otra, la que hemos decidido compartir con otros de manera voluntaria, escribiéndola en diversas formas, colores y texturas.
En la mayoría de los casos, aun en los niños y niñas el bordado, los hilos de colores fueron los protagonistas al momento de la selección del cómo.
Mi eterno agradecimiento al barrio Nueva Esperanza y al tranvía 0 .
gabi alonso . para una acción colectiva

Acción para vestirse y des_vestirse